La revista bilingüe de Lanzarote

Decoración, estilo atlántico

Resulta fácil reconocer espacios de estilo Mediterráneo. No ocurre lo mismo con una estética atlántica, entre rústica y marinera, compartida por puntos tan dispares como Oporto, la Bretaña o Rodhe Island. 

Una prevalencia cromática: azul sobre blanco. Al ser un estilo costero, protagoniza el azul en diferentes tonalidades, del cobalto al índigo. Y el lienzo es blanco. Pero no el brillante y luminoso del Mediterráneo sino un tono tiza o blanco roto. Se acompaña siempre de grises claros o piedra y tonos arena.

Sencillez y tejidos naturales, hilo, lino y algodón, en diferentes grosores y tramas. Chenillas, algodones robustos o linos transparentes que aportan riqueza visual a manteles, cortinas, tapizados y ropa de cama. Predominan los motivos geométricos clásicos como la espiga, pero en formato extra grande y, por supuesto, las rayas.

Otra seña de identidad ineludible es la madera. Techo, suelo y paredes en blanco para potenciar la luz natural, menos generosa en la costa Atlántica. Lamas colocadas en horizontal o vertical junto a muebles y ornamentos en madera natural y acabado en decapada o lavada, como si estuviesen hechos de retales traídos por la marea.

Elementos en fibras naturales como el mimbre y la caña, la cerámica blanca o azul, redondean esta ecuación que tiene como resultado mar, playa y paz.

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